Las crónicas coreanas registraron el año 18 a. C. como el año del establecimiento de Baekje. La capital se encontró al principio cerca de lo que hoy es Seúl, posteriormente se trasladó al sur a Ungjin (actualmente Gongju) y posteriormente aún más al sur en Sabi (actualmente Buyeo). Las crónicas chinas sugieren, sin embargo, que Baekje fue establecido en el siglo IV por un general de Koguryŏ.
Como los orígenes de los tres reinos se pueden fechar en el siglo I a. C., a veces se considera que el periodo de los Tres Reinos cubre el periodo entero comprendido entre el siglo I a. C. y el siglo VII de nuestra era. Sin embargo, las evidencias históricas y arqueológicas muestran un cambio profundo en la naturaleza de la vida en la península alrededor del siglo IV, razón por la cual la mayoría de los estudiosos como Best (2000) y Lee (1984) consideran que el periodo de los Tres Reinos propiamente dicho comenzó en torno al año 300. Antes de entonces, hay poca evidencia que indique una organización política sistemática por encima del nivel de la ciudad-estado amurallada en el sur de la península. La evidencia historiográfica indica que entidades como Mahan y Jinhan tenían más poder que los aún muy primitivos reinos de Silla y Baekje, que sólo aparecen como estados menores en el San guo zhi del siglo III. En el siglo IV, los tres reinos empiezan a aparecer con regularidad en las crónicas chinas de la época.
Durante la dinastía Han, se establecieron comandancias para gobernar gran parte del norte de la península coreana. Tras el final de la dinastía Han, al principio del siglo III, estas comandancias siguieron existiendo durante cierto tiempo como estados cuasi-independientes. La última en caer, la comandancia de Lelang, fue absorbida por Koguryŏ en 313. Así, el principio del periodo de los Tres Reinos se caracterizó por la eliminación de la influencia china y un reajuste en las relaciones de poder en la península.
Los tres reinos compartían una herencia cultural similar. Se cree que sus religiones originales fueron de tipo chamanista, pero fueron incorporando paulatinamente influencias chinas (en particular del confucianismo y el taoísmo). En el siglo IV, el budismo fue introducido en la península y se expandió con rapidez, convirtiéndose en la religión oficial de los tres reinos en un tiempo relativamente corto. Na (2003) argumenta que el budismo desempeñó un papel importante al proporcionar respuestas a la sociedad en una época en que se estaba desmoronando el estilo de vida comunal tradicional.

Koguryŏ: el mayor de los tres reinos, tenía dos capitales en alternancia. Nangnang (actualmente Pyongyang) y Kungae sobre el río Yalu. Al principio el estado se encontraba en la frontera con China, y fue conquistando poco a poco vastos territorios de Manchuria y acabó destruyendo la colonia china de Nangnang en 313. La influencia cultural china permaneció hasta que el budismo fue adoptado como religión oficial en 372.
Baekje: En el siglo IV, era un estado muy próspero y dominaba el sur de la península. Fue el único estado coreano que mantuvo relación exteriores prósperas con Japón, ejerciéndole grandes influencias culturales sobre todo en materias de arquitectura, arte y literatura.
Silla: En 503 pasó de llamarse Saro a Silla. El reino de Silla absorbió por completo el reino de Gaya durante la primera mitad del siglo VI. La capital de Silla era Sŏrabŏl (actualmente Gyeongju). El budismo fue la religión oficial en 528. Antes y durante este periodo, existían otros reinos y estados tribales de menor tamaño, como Gaya, Dongye, Okchŏ, Puyŏ, Usan y Tamna.
_______________________________SERES MITICOS_______________________________
Zorros de 9 Colas - kumiho- Kitsune
Dentro del folklore japonés, el zorro tiene poderes mágicos y puede tomar cualquier forma. Sus poderes van creciendo cuando envejecen, cada 100 años les crece una cola nueva, por eso los zorros que han logrado llegar a los 1000 años son muy poderosos y tienen nueve colas (Kyuby quiere decir 9 colas), y su pelaje se vuelve blanco, plateado o dorado. En el anime tenemos muchos ejemplos, como Youko Kurama de YuYuHakusho, o Shipo, el zorrito de InuYasha
Existe un debate acerca del origen de los mitos del kitsune, algunos destacan en fuentes extranjeras o en ideas indígenas japonesas alrededor del siglo V a. C. Es ampliamente conocido que algunos mitos de los zorros pueden ser encontrados en China, Corea o la India. Muchas de estas primeras historias están registradas en el Konjaku Monogatari, una colección del siglo XI de narraciones chinas, indias y japonesas. Las historias folclóricas chinas relatan acerca del huli jing, un espíritu de zorro parecido al kitsune y que posee nueve colas. En Corea existe el kumiho (zorro de nueve colas), una criatura mitológica que llegaba a vivir los mil años. Existen diferencias, como por ejemplo el kumiho es visto como un ser maligno, opuesto a su contraparte japonesa. No obstante, eruditos como Ugo A. Casal sugieren que las similitudes muestran que los mitos de los zorros tuvieron origen de fuentes indias como el Hitopadesha y que estas se esparcieron a China y Corea, y en última instancia a Japón.
Orcos - Tokaebi - Onis
Los monstruos tokaebi son originarios de Corea. Son grandes y feos y siempre están incordiando a las personas. Pertenecientes al folclore japonés, los Oni son criaturas semejantes a los demonios u orcos occidentales. Son muy populares en el arte, literatura y teatro de su país natal, siendo representados de diferentes maneras de acuerdo a las diferentes obras. Generalmente son enormes criaturas de grandes garras, abultada cabellera y enormes cuernos en sus cabezas. Hay versiones donde poseen forma humanoide, aunque con ciertas características sobrenaturales, como multiplicidad de ojos o brazos. Se dice también que su piel es de un rojo sangre, aunque hay versiones que los describen verdes, azules, negros o hasta rosas. Se los suele representar con magnificas pieles y garrotes de hierro (Kanabo). Generalmente se los asocia con la maldad pero hay cuentos donde se los ve ayudando personas. En las series animadas japonesas tenemos varios ejemplos; en la serie “Naruto” una kunoichi (mujer ninja) llamada Tayuya invoca tres salvajes Onis que controla con una flauta. Y en la serie “Yu yu Hakusho” suelen aparecer con frecuencia, incluso en la tapa de uno de los mangas se ve a dos criaturas similares a caballo y toro, flanqueando al protagonista que se encuentra sujetando un Kanabo (arma típica de los Onis, como se dijo antes).
Driadas
Las dríadas son duendes de los árboles, con forma femenina, muy solitarias y de gran belleza. Físicamente, tienen unos rasgos muy delicados. Tienen los ojos violeta o verde oscuro, y su cabello y piel cambian de color según la estación. De esta forma pueden camuflarse entre el bosque sin que se las vea. En el invierno su pelo y piel son blancos, en otoño rojizos, y en primavera y verano tienen la piel muy bronceada y el pelo verde.
Cada dríada pertenece a un roble del bosque. Se hallan unidas a su árbol de por vida y no pueden alejarse a más de 300 metros de él o mueren lentamente. Una dríada es capaz de penetrar literalmente en un árbol y desde su interior tranportarse al roble del que ella forma parte. Si alguien golpea al roble al que está unida, ella recibe físicamente el mismo daño, por lo que intentará defenderlo a toda costa. Una dríada tiene absoluto control sobre el árbol al que está ligada, por lo que es capaz de provocar que sus ramas florezcan aunque no sea la temporada, que aparezcan nuevas plantas alrededor del árbol, e incluso puede provocar un crecimiento de hierba repentino que haga tropezar a los intrusos.
Las dríadas hablan varias lenguas y su gran inteligencia les permite comunicarse con casi todos los seres del bosque, además hablan el lenguaje de las plantas. No son nada agresivas, y si son atacadas hechizan a sus atacantes como defensa. El hechizo de una dríada tiene un gran poder, y es muy difícil tener la suficiente resistencia a la magia como para no caer hechizado.
Tocon Fantasma - Kodama
Kodama significa «eco» en japonés (su significado literal es «espíritu de árbol»), también puede significar «bola pequeña» o «pequeño espíritu». En la mitología japonesa, los kodamas son un tipo de espíritu que vive en el bosque. Los kodama se supone son los espíritus de los árboles en general y no necesariamente representan a un árbol en particular. Algunos de ellos, sin embargo, están asociados directamente con un árbol específico. Se cree que estos espíritus pueden trasladarse a otro árbol, o renacer a través de su semilla.
La mayoría de estos espíritus se disgusta ante aquellos que no tienen respeto por el medio ambiente. Si un árbol es cortado irresponsablemente, uno o más kodamas pueden buscar venganza. La mayoría de estos espíritus son muy pacíficos y serenos, y les gusta compartir conocimientos y sabiduría con aquellos que saben cómo comunicarse con ellos. También son sorprendentemente fuertes y poderosos, dada su inusualmente larga vida y comunicación con el mundo y fuerzas más allá del entendimiento de muchos otros animales.
Tigre Luchador - Haetae
En la mitología china y coreana, el Haetae (a menudo escrito haitai) es una criatura legendaria que se asemeja a un león, pero es de hecho, un perro que come fuego. Se cree que es un guardián contra los desastres y para protegerse contra todas las formas de cambio violento. Tiene el cuerpo de un león, y en ocasiones se representa con un cuerno de unicornio. El Haetae también es un símbolo de agua, debido a sus cualidades de comer fuego, y un símbolo de la justicia.
Esculturas del Haetae en la arquitectura, se utilizan ampliamente en China y otros países asiáticos. En la viejas dinastías chinas, los emperadores siempre han preferido utilizar este animal sagrado que simboliza justicia. En otros países asiáticos, la escultura de este animal sagrado pueden tener diferentes significados. Por ejemplo, en Corea, la escultura Haetae fue utilizada en la arquitectura de principios de la Dinastía Joseon, ya que su imagen era de confianza, para poder proteger a Hanyang (actualmente Seúl).
Fantasma llama - Salamandra
Son sin lugar a dudas las hadas más respetadas, poderosas y valoradas por los Magos y Hechiceros. Las oriundas de Iberia y Asia, eran en un principio animales acuáticos. Pero hará unos 3.000 años, en el Medio Oriente, los egipcios y luego los judios, manifestaron el arquetipo de la Salamandra en su versión astral como el elemental del sur, y su figura sería la representación del elemento Fuego. Esta elección sin duda se debió a la habilidad de estos seres, para sobrevivir en lugares desérticos y abrasados por el sol, y con su capacidad de semejar a una pequeña llama. De esta manera la Salamandra ingresó por derecho propío en las ceremonias religiosas y místicas de la antiguedad. Estas Hadas también son conocidas por Llama del Mago y Guardianes del Sur.
Dentro del folklore japonés, el zorro tiene poderes mágicos y puede tomar cualquier forma. Sus poderes van creciendo cuando envejecen, cada 100 años les crece una cola nueva, por eso los zorros que han logrado llegar a los 1000 años son muy poderosos y tienen nueve colas (Kyuby quiere decir 9 colas), y su pelaje se vuelve blanco, plateado o dorado. En el anime tenemos muchos ejemplos, como Youko Kurama de YuYuHakusho, o Shipo, el zorrito de InuYasha

Existe un debate acerca del origen de los mitos del kitsune, algunos destacan en fuentes extranjeras o en ideas indígenas japonesas alrededor del siglo V a. C. Es ampliamente conocido que algunos mitos de los zorros pueden ser encontrados en China, Corea o la India. Muchas de estas primeras historias están registradas en el Konjaku Monogatari, una colección del siglo XI de narraciones chinas, indias y japonesas. Las historias folclóricas chinas relatan acerca del huli jing, un espíritu de zorro parecido al kitsune y que posee nueve colas. En Corea existe el kumiho (zorro de nueve colas), una criatura mitológica que llegaba a vivir los mil años. Existen diferencias, como por ejemplo el kumiho es visto como un ser maligno, opuesto a su contraparte japonesa. No obstante, eruditos como Ugo A. Casal sugieren que las similitudes muestran que los mitos de los zorros tuvieron origen de fuentes indias como el Hitopadesha y que estas se esparcieron a China y Corea, y en última instancia a Japón.

Orcos - Tokaebi - Onis

Los monstruos tokaebi son originarios de Corea. Son grandes y feos y siempre están incordiando a las personas. Pertenecientes al folclore japonés, los Oni son criaturas semejantes a los demonios u orcos occidentales. Son muy populares en el arte, literatura y teatro de su país natal, siendo representados de diferentes maneras de acuerdo a las diferentes obras. Generalmente son enormes criaturas de grandes garras, abultada cabellera y enormes cuernos en sus cabezas. Hay versiones donde poseen forma humanoide, aunque con ciertas características sobrenaturales, como multiplicidad de ojos o brazos. Se dice también que su piel es de un rojo sangre, aunque hay versiones que los describen verdes, azules, negros o hasta rosas. Se los suele representar con magnificas pieles y garrotes de hierro (Kanabo). Generalmente se los asocia con la maldad pero hay cuentos donde se los ve ayudando personas. En las series animadas japonesas tenemos varios ejemplos; en la serie “Naruto” una kunoichi (mujer ninja) llamada Tayuya invoca tres salvajes Onis que controla con una flauta. Y en la serie “Yu yu Hakusho” suelen aparecer con frecuencia, incluso en la tapa de uno de los mangas se ve a dos criaturas similares a caballo y toro, flanqueando al protagonista que se encuentra sujetando un Kanabo (arma típica de los Onis, como se dijo antes).

Driadas
Las dríadas son duendes de los árboles, con forma femenina, muy solitarias y de gran belleza. Físicamente, tienen unos rasgos muy delicados. Tienen los ojos violeta o verde oscuro, y su cabello y piel cambian de color según la estación. De esta forma pueden camuflarse entre el bosque sin que se las vea. En el invierno su pelo y piel son blancos, en otoño rojizos, y en primavera y verano tienen la piel muy bronceada y el pelo verde.

Cada dríada pertenece a un roble del bosque. Se hallan unidas a su árbol de por vida y no pueden alejarse a más de 300 metros de él o mueren lentamente. Una dríada es capaz de penetrar literalmente en un árbol y desde su interior tranportarse al roble del que ella forma parte. Si alguien golpea al roble al que está unida, ella recibe físicamente el mismo daño, por lo que intentará defenderlo a toda costa. Una dríada tiene absoluto control sobre el árbol al que está ligada, por lo que es capaz de provocar que sus ramas florezcan aunque no sea la temporada, que aparezcan nuevas plantas alrededor del árbol, e incluso puede provocar un crecimiento de hierba repentino que haga tropezar a los intrusos.

Las dríadas hablan varias lenguas y su gran inteligencia les permite comunicarse con casi todos los seres del bosque, además hablan el lenguaje de las plantas. No son nada agresivas, y si son atacadas hechizan a sus atacantes como defensa. El hechizo de una dríada tiene un gran poder, y es muy difícil tener la suficiente resistencia a la magia como para no caer hechizado.
Tocon Fantasma - Kodama
Kodama significa «eco» en japonés (su significado literal es «espíritu de árbol»), también puede significar «bola pequeña» o «pequeño espíritu». En la mitología japonesa, los kodamas son un tipo de espíritu que vive en el bosque. Los kodama se supone son los espíritus de los árboles en general y no necesariamente representan a un árbol en particular. Algunos de ellos, sin embargo, están asociados directamente con un árbol específico. Se cree que estos espíritus pueden trasladarse a otro árbol, o renacer a través de su semilla.

La mayoría de estos espíritus se disgusta ante aquellos que no tienen respeto por el medio ambiente. Si un árbol es cortado irresponsablemente, uno o más kodamas pueden buscar venganza. La mayoría de estos espíritus son muy pacíficos y serenos, y les gusta compartir conocimientos y sabiduría con aquellos que saben cómo comunicarse con ellos. También son sorprendentemente fuertes y poderosos, dada su inusualmente larga vida y comunicación con el mundo y fuerzas más allá del entendimiento de muchos otros animales.
Tigre Luchador - Haetae

En la mitología china y coreana, el Haetae (a menudo escrito haitai) es una criatura legendaria que se asemeja a un león, pero es de hecho, un perro que come fuego. Se cree que es un guardián contra los desastres y para protegerse contra todas las formas de cambio violento. Tiene el cuerpo de un león, y en ocasiones se representa con un cuerno de unicornio. El Haetae también es un símbolo de agua, debido a sus cualidades de comer fuego, y un símbolo de la justicia.

Esculturas del Haetae en la arquitectura, se utilizan ampliamente en China y otros países asiáticos. En la viejas dinastías chinas, los emperadores siempre han preferido utilizar este animal sagrado que simboliza justicia. En otros países asiáticos, la escultura de este animal sagrado pueden tener diferentes significados. Por ejemplo, en Corea, la escultura Haetae fue utilizada en la arquitectura de principios de la Dinastía Joseon, ya que su imagen era de confianza, para poder proteger a Hanyang (actualmente Seúl).
Fantasma llama - Salamandra

Son sin lugar a dudas las hadas más respetadas, poderosas y valoradas por los Magos y Hechiceros. Las oriundas de Iberia y Asia, eran en un principio animales acuáticos. Pero hará unos 3.000 años, en el Medio Oriente, los egipcios y luego los judios, manifestaron el arquetipo de la Salamandra en su versión astral como el elemental del sur, y su figura sería la representación del elemento Fuego. Esta elección sin duda se debió a la habilidad de estos seres, para sobrevivir en lugares desérticos y abrasados por el sol, y con su capacidad de semejar a una pequeña llama. De esta manera la Salamandra ingresó por derecho propío en las ceremonias religiosas y místicas de la antiguedad. Estas Hadas también son conocidas por Llama del Mago y Guardianes del Sur.